Vinculo hacia la
técnica, hacia un elemento, hacia entrenar, hacia el compartir con otro/a, el vincularnos
en algo que nos une, que nos motiva, que nos identifica, que nos da identidad.
El ver a otro/a con
una clava en la mochila, nos hace ser amigos, hablar un mismo lenguaje, hasta
quizás vibrar con las mismas cosas. Pero que difícil es cuando este vinculo se
rompe, se quiebra o se triza.
Somos personas que
necesitamos de otros/as, sobretodo en esta profesión-oficio, donde por mucho
que quiera o necesite estar solo, es casi imposible, para entrenar me motivo
mucho mas cuando hay personas a mi alrededor haciendo lo mismo, me supero, me
esfuerzo, pongo lo mejor de mi; cuando quiero mostrar ese truco que tanto
tiempo me costo poder realizarlo, necesito de otro/a para que lo vea, lo
critique, se sorprenda…el circo es y será un espacio de vínculos afectivos, de
confianza, de respeto, de confianza, vínculos que deben fortalecerse desde
nuestra individualidad y colectividad.
Si no existieran
los vínculos, tampoco existirían compañías, grupos, convenciones, encuentros,
festivales, agrupaciones, redes. Desde el Circo Social estos vínculos son los
que hacen de esta herramienta, una praxis potente, en una sociedad donde cada día
nos han ido enseñándonos que es mejor pensar en uno mismo y después en los
demás, cuando la forma de relacionarme
ya no es cara a cara, sino virtual con redes autodenominadas sociales,
que mas bien son virtuales, debemos ser capaces de romper esta forma de
vincularnos y volver a la confianza plena al momento de hacer pases con clavas,
de necesitar a alguien para alcanzar el trapecio, de reírme y disfrutar con un
clown.
No quiero caer en
tecnicismos y ni visiones paradigmáticas del circo social, sino mas bien volver
a esa esencia, que hace que este arte haya calado tan hondo en mi, como para
decidir hacer de el una forma de ver y vivir la vida. El circo y sus vínculos
me ha regalado bellos momentos y la posibilidad de conocer a grandes amigos/as
que al igual que yo vibran, se emocionan y aman el circo y su desarrollo.
Creo que en este
momento cuando el circo ha crecido mucho en nuestro país, con eventos que ya
son parte del calendario anual de un malabarista, acróbata o trapecista, es necesario
volver a mirarnos para vincularnos desde esa sensación de que cada domingo el
parque forestal era el espacio para fortalecer ese vinculo, o las convenciones
donde era el momento de vincularnos con nuevas personas, sorprendernos, hacer
nuevos amigos.
Cuando me preguntan
porque hago circo, no puedo dejar de pensar en tantas historias que he ido
construyendo a partir de una bola de contacto, una nariz de payaso, una convención,
una experiencia de Circo Social, una clase, un taller, un encuentro, un momento
mágico para vincularnos, volviendo a crear y a creer
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